Difícil se hace siempre escribir y describir una trayectoria personal, máxime cuando es la de uno mismo. Rubor, timidez, o esa falsa modestia con la que cargamos consciente o inconscientemente las palabras, al esbozar nuestra forma de ser frente a alguien. Las personas normalmente no somos como nos vemos a nosotros mismos. Ni tan buenos, ni tan malos. Solo personas, con todo lo que ello conlleva. En una entrevista de trabajo, tras pasar un buen rato respondiendo preguntas personales, me dijeron: "es usted una buena persona", a lo que rápidamente contesté: "Por supuesto que no, pero intento serlo todos los días". ¿Certeza o falsa modestia? He ahí la cuestión. Para averiguarlo, solo habrá una forma, e implica, como en cualquier tipo de relación, algo de riesgo y comunicación.